El dolor crónico es una molestia capaz de perturbar a quien lo padece, muchas veces la actitud y el humor son cambiantes, hay días buenos y días malos, sin embargo con frecuencia es necesario tomar acciones que le den una mano al tratamiento farmacológico para poder afrontarlo.
El objetivo fundamental del tratamiento del paciente con enfermedades dolorosas crónicas es precisamente aliviar o eliminar el dolor, este es sin duda uno de los aspectos claves relacionados con la mejora en la calidad de vida de estos pacientes.
Si bien el tratamiento médico farmacológico en conjunto con terapias y distintos procedimientos de la terapia del dolor son los elementos clave, los pacientes también pueden y deben poner en práctica una serie de medidas que ayudarán a que estos tratamientos sean más efectivos e incluso contribuirán a disminuir las molestias cuando se presentan situaciones de crisis o agravación. En tal sentido le presentamos siete medidas no farmacológicas a implementar para ayudar a aliviar el dolor.