¿Qué es la respiración abdominal o diafragmática?
Es la respiración que se realiza contrayendo el diafragma, un músculo localizado horizontalmente entre la cavidad torácica y la cavidad abdominal. Cuando el aire entra a los pulmones, empuja el diafragma hacia abajo, dejando más espacio para la expansión pulmonar y el volumen de aire. En este tipo de respiración el abdomen se hincha o sale, puesto que el diafragma empuja los órganos que se encuentran en la cavidad abdominal.
¿Cuáles son los beneficios que nos aporta este tipo de respiración?
- Recibir más oxígeno. Entra mayor cantidad de aire, lo cual significa más oxígeno en la sangre para todas las funciones vitales, en especial mantenernos calmados y alcalinizar nuestro cuerpo, protegiéndonos de enfermedades de todo tipo que aparecen y se desarrollan en ambientes ácidos con poco oxígeno.
- Relajarnos, calmarnos. Es una de las técnicas más potentes para bajar los niveles de estrés y los trastornos o síntomas asociados como: alta presión arterial, dolores de cabeza, dolor estomacal, depresión, ansiedad, etc. Una de las modificaciones funcionales que nos ocasiona el estrés es la disminución de la capacidad respiratoria y la alteración del patrón respiratorio. Bajo los efectos del estrés y la ansiedad la respiración se vuelve más corta, mas rápida, menos profunda, expande solo el pecho y a veces ni siquiera este. En ocasiones la respiración está tan diezmada que no puede percibirse ni siquiera el movimiento del pecho al respirar.
- Aumentar la capacidad pulmonar. Promueve la expansión de la caja torácica y la flexibilidad de los músculos intercostales, aumentando su capacidad de expansión y la capacidad respiratoria, previniendo y aliviando síntomas relacionados a problemas respiratorios como el asma, alergias y síntomas relacionados con el estrés y ansiedad.
¿Cómo practicar la respiración abdominal o diafragmática?
- Se puede realizar de pie, sentado o acostado boca arriba.
- Colocar las dos manos sobre el abdomen para corroborar que el abdomen se hinche o salga. También se puede colocar una mano en el abdomen y la otra en el pecho para evitar que sea el pecho el que se expanda al inhalar.
- Inhalar profundo hacia el abdomen, visualizando como si el aire pudiera llegar hasta el piso pélvico o la región perineal o en donde se encuentran nuestros genitales.
- Retén el aire unos segundos y luego expúlsalo lentamente permitiendo que tus manos colaboren con devolver el abdomen a su posición inicial e incluso presionando levemente.
- Repite varias veces por varios días hasta que puedas realizarlas sin la ayuda de las manos, puedas visualizar y sentir el desplazamiento del diafragma hacia abajo y comiences a sentir los beneficios de una respiración completa y profunda.
Te dejo unos enlaces que lo explican.
En conclusión:
Presta atención a tu respiración y practica la respiración abdominal o diafragmática hasta que te sientas más tranquilo y vital. Una respiración completa y profunda es salud. ¡El aire es vida!
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