Durante los últimos años hemos escuchado hablar de la dieta mediterránea como la panacea para bajar de peso y lograr una vida larga y saludable. Pues, de acuerdo a algunos estudios presentados recientemente, también podría proteger a los futuros recién nacidos de padecer asma, si la madre la adopta durante el embarazo, junto a la vitamina D.
Casi todos los países han experimentado un incremento en la prevalencia del asma que no se justifica sólo con factores tradicionales como la polución, el cambio climático o la higiene. Es por ello que especialistas como el Dr. Luis García-Marcos, profesor de Pediatría de la Universidad de Murcia e investigador del asma y alergias en la infancia, han centrado la atención en otro elemento de estudio: la alimentación, y una vez más, la dieta mediterránea entra en escena.
Los estudios señalan que la ingesta de Vitamina E durante el embarazo o una dieta rica en cereales y arroz disminuyen la prevalencia de esta enfermedad. La dieta mediterránea es basada en pescados, vegetales, frutas, aceite de oliva, cereales y arroz, lo que la hace rica en vitaminas A, D y E. Por su parte, la vitamina D, que es producida por el organismo con la exposición moderada al sol, también se obtiene en alimentos como algunos pescados y otros fortificados como la leche y el yogurt.
Aunque no haya estudios concluyentes disponibles hasta ahora, sigue siendo buena idea adoptar la dieta mediterránea durante el embarazo. Aparte de ayudar a prevenir enfermedades respiratorias en el bebé, junto a un poco de ejercicios al aire libre, ayuda a la madre a mantener un buen peso que facilita la tarea de parto y la recuperación posterior. Además ofrece opciones frescas y deliciosas para el período de gestación. ¿Y las hamburguesas con papas fritas y los helados? Quizás es mejor dejarlos sólo para casos extremos de antojo.