Entrega o reparto es la traducción de la palabra delivery al español. Desde los años 1800 hasta la actualidad, siempre ha existido el llamado “servicio a domicilio”. El lechero y sus botellas verdes con leche sin pasteurizar, el panadero que caminaba por las calles bien temprano con la canasta de panes para el desayuno o los carritos con frutas que se estacionaban en las esquinas, son algunos de los servicios que se ofrecían en aquella época.
Hoy, en el siglo XXI, el servicio de delivery ha cambiado por completo. La diversidad de productos ofrecidos ya no son los mismos que antes, ahora se adaptan a las nuevas necesidades del consumidor y a su aceleredado ritmo de vida, siendo cada vez más los países que se suman a esta práctica.
Argentina es uno de ellos. Con una cultura 100% delivery, los sureños se han acostumbrado a hacer cualquier tipo de pedidos ya sea por teléfono o internet las 24 horas.
En Buenos Aires puedes tener todo sin salir de casa y lo más importante: sin ningún costo adicional. Puedes conseguir servicio a domicilio de supermecados, heladerías, carnicerías, panaderías, tiendas de películas, librerías, lavanderías, floristerías, cualquier tipo de comida, hasta pañales y cigarrillos, sin olvidar al “paseador de animales” mejor conocido como “paseador de perros”. También están las veterinarias que ofrecen un servicio de cuidados en casa, o si tienes fiebre y no puedes bajar a comprar medicamentos, la farmacia viene a tu casa: aspirina, antibióticos, o el mismo médico.
Con el tiempo se han ido sumando nuevas formas de hacer delivery, como por ejemplo las tiendas virtuales de bebidas y los repartidores de hielo. Si a mitad de la fiesta te quedas “seco” como dirían algunos, puedes hacer tu pedido por internet o vía telefónica y todo llegará a la puerta de tu casa. Existe también el llamado “delivery verde” para aquellos que prefieren los alimentos orgánicos. El “sexo a la carta” es otra forma de servicio a domicilio, un gusto particular donde puedes elegir una pareja como si fuera un plato de comida.
¿Qué más se podría inventar?
Ciertamente el servicio de entrega a domicilio se está convirtiendo en una estrategia de crecimiento para las empresas, la diversidad de productos es cada vez mayor y más países optan por crear esta cultura.
Salir a buscar el producto, esperar ser atendido, hacer la fila para pagar y luego volver a casa podría estar quedando en un segundo plano. El ritmo que vivimos nos lleva a simplificar nuestra vida y es por eso que hoy muchos de nosotros le decimos: SÍ al Delivery.