Cultivado por aztecas e incas, es una semilla con alto nivel de proteínas y nutrientes. El amaranto es un género de hierbas con un gran número de especies usadas para la alimentación, pero también para decoración.
Sus características lo hacen beneficioso para tu dieta, y tu salud. Es rico en fitoesteroles que ayudan a bloquear la absorción de colesterol a nivel intestinal, además de poseer el doble de calcio que la leche por lo que es recomendado para el paso a la menopausia y prevenir la osteoporosis. El amaranto también posee lisina, vitamina C, vitamina E, hierro, ácido fólico, magnesio y potasio.
¿Quieres conocer más de sus bondades? Es una fuente de antioxidantes y reduce los niveles de insulina en la sangre, que te ayudará a sentirte lleno y evitar ataques de hambre.
Por otro lado, el amaranto resulta tan fácil de cocinar como el arroz, y se puede hacer en potaje o agregado en ensaladas, panquecas y sopas.
Hoy te traemos una fácil receta de galletas para que incluyas el amaranto en tu dieta.
Lo que necesitas:
100 gr + 50 gr de avena
50 gr de harina de amaranto (puedes comprarla lista, o simplemente moler la semilla hasta obtener un polvo de textura fina y suave)
50 gr de nueces
100 gr de mantequilla, fría y cortada en cubos
Un poco de jengibre rallado
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
50 gr de azúcar morena
50 gr de miel
1-2 cucharadas de azúcar morena para espolvorear
Coloca 100g de avena, junto a la harina de amaranto, las nueces, la mantequilla y el jengibre en el procesador de alimentos y mezcla. Agrega el bicarbonato de sodio, azúcar morena y la avena restante mientras sigues mezclando a velocidad baja. Luego vierte la miel hasta que junten los ingredientes, formando la masa.
Calienta el horno a 150°C. Con una cuchara, saca pequeños trozos de la masa y alinéalos en una bandeja, presiónalos suavemente con un tenedor y espolvorea con el azúcar morena. Hornea por 20-25 minutos, hasta que estén doradas y firmes al tacto.
Pon a enfriar por un rato y ya podrás disfrutas de tus galletas de amaranto.