- El conflicto no se soluciona antes por dar vueltas y vueltas en torno al mismo asunto. Es muy importante parar la mente y desconectar del foco de la preocupación. El descanso es vital para prevenir el estrés.
- Aprende a establecer un orden de prioridades con el objetivo de afrontar los conflictos uno a uno.
- Elabora un plan de acción para solucionar un conflicto que te preocupa. Si este plan de acción no funciona, entonces, puedes elaborar un plan B.
- Encuentra espacios de silencio y de tranquilidad en tu vida: caminar por zonas verdes disfrutando de relajantes paseos en un entorno natural, puedes andar en bicicleta, realizar ejercicios de meditación, caminar descalzo por la orilla de la playa…
- La zona de confort es muy cómoda pero te impide crecer como persona si siempre sigues pegado a ella. Evita posponer la toma de una decisión.
- El hogar es sinónimo es bienestar y de intimidad. Disfruta de este pequeño refugio de paz y de plenitud.
- Practica el respeto en las discusiones personales.
- Puedes tomar la iniciativa de participar en un taller de lectura con el objetivo de motivarte a leer un buen libro cada mes ya que la literatura es una fuente de inspiración constante para la vida.

Los conflictos personales pueden producir estrés puesto que hacen salir a la persona de su zona de confort. Sin embargo, es muy importante no asociar los conflictos con una connotación negativa ya que en realidad son una oportunidad para crecer y superarte a ti mismo como persona. ¿Cómo prevenir el estrés en situaciones de conflicto? Potencia el hábito de hablar con el corazón para ser sincero en tu vida.