Nuestro recorrido por la vida implica continuamente tomar decisiones, unas más sencillas, otras más difíciles o importantes. Este proceso cotidiano para unos es un dilema, problema y estrés, mientras que para otros no lo supone tanto.
¿Te ha pasado que cada vez que tienes que tomar una decisión importante te encuentras en una encrucijada y no sabes qué hacer? ¿Quizás con ganas de decidirte y no darle más vueltas a las posibilidades?
Cuando estamos frente a una decisión que tomar, debemos tener presente que habrá algo a lo que renunciaremos, y quizás esto nos haga paralizarnos o nos cueste decidir.
Algunas de las causas que nos limitan al tomar decisiones es que muchas veces creemos que esa decisión será permanente y para siempre. También puede ocurrir que quieres que tu decisión sea la mejor, la que te asegure un resultado idóneo, aparecen tus miedos (¿qué pasará?, ¿y si me equivoco?), y te pones a valorar lo que otras personas piensan de ti o esperan de ti.
El proceso de decidir es inevitable hasta cuando no queremos arriesgarnos o queremos evitar decidir, pues tomar una decisión o no también es una elección. Lo importante es tener conciencia de con qué grado de libertad y satisfacción tomamos nuestras decisiones.
Si te encuentras en una encrucijada y necesitas ayuda para tomar una decisión, aquí menciono algunas recomendaciones y consejos para hacer este proceso más agradable y de crecimiento para tu vida.
- Practica la sinceridad contigo mismo. Aprende a escucharte. No dejes de preguntarte lo que sientes entre una opción y otra. No te enfoques en lo exterior, sino en tu interior y en qué sensaciones y emociones están presentes.
- Las decisiones no son de por vida o para siempre. ¿Qué significa esto?, que puedes cambiar de opinión y no va a pasar nada, esto te libera de tanto estrés y de pensar que es irrevocable.
- Más que tomar la decisión, es tomar en cuenta las consecuencias y la responsabilidad de haberla tomado. Las decisiones son todas para bien si sabemos manejar las consecuencias y somos responsables de ello. Aparte de reconocer que me equivoqué en el caso de que así fuese, vale más qué voy a hacer al respecto y qué voy a aprender. No hay errores solo aprendizajes.
- Aprende a confiar en ti, a decidir desde el presente independientemente del resultado futuro, solo así podrás ser completamente libre y responsable.
- Practica y haz el hábito de una toma de decisiones activa en lugar de pasiva. Cuando asumes tu decisión y te responsabilizas a pesar de los miedos das el paso y escoges, estás aumentando tus recursos, capacidades y poder personal; mientras que si lo haces de forma pasiva delegas en alguien la decisión o alternativa y caes en la autocrítica y baja autoestima, te haces esclavo o dependiente de algo o alguien.
Cuando somos conscientes de la importancia de tomar decisiones, empezamos a cambiar nuestra realidad. No olvides que en la vida el cambio es un constante, cada decisión que has tomado te ha traído hasta el presente, y lo que eres hoy, también es parte de ellas.
Por ello, si te has encontrado en una situación similar de no saber qué hacer, y te sientes identificado con el tema, te animo a reflexionar y empezar a utilizar algunos de mis consejos. Sé que puede resultar un poco difícil, pero vale la pena para nuestro paso y aprendizaje por la vida.
“Es en el momento de decisión que tu destino toma forma”. Tony Robbins.